No es descabellado ahora buscar un mercado global para nuestras iniciativas de negocios locales. Tampoco lo es formar equipos de trabajo cuyos integrantes se encuentren en ciudades distintas, incluso en continentes distintos. Podemos tener clientes en el extranjero e interactuar con ellos a través de algunas herramientas que la tecnología de la información pone ahora a nuestro alcance con más facilidad que nunca. Nosotros mismos podemos trabajar desde cualquier lugar con conexión a Internet.
A muchas de estas herramientas se les engloba bajo el concepto de Web 2.0, y forman parte de una nueva generación tecnológica que comparte, a decir de Tim O'Reilly, algunas de las siguientes características:
Utilizan la web como plataforma (no más conflictos entre Mac, Windows, Linux et al.)
Hacen uso de la inteligencia colectiva (bases de datos y aplicaciones que se recrean a partir de la retroalimentación de muchos)
Los datos (su calidad y volumen) hacen las veces del Intel inside, es decir, dan el sello de confianza a un determinado sitio o aplicación
Se termina con los ciclos de liberación de software, y se da lugar a un proceso continuo de "mantenimiento" de las aplicaciones, con retroalimentación de los usuarios.
Se utilizan modelos de programación ligeros, cuyos componentes son fácilmente recombinables y conectables con otros.
El software va más allá del artefacto sobre el que se utiliza.
Se enriquece la experiencia del usuario.
Colaborar en documentos
Son muchas las herramientas de colaboración que se pueden encontrar en la Web, pero podemos empezar por lo más sencillo: los documentos de texto. Aquí, la mayoría de los programas disponibles emulan el estándar de facto: Microsoft Word. Lo importante es que permiten, cada uno a su modo, compartir el documento en elaboración, de manera que varias personas pueden trabajar en él al mismo tiempo, o casi. Estas herramientas llevan un registro detallado de las versiones del documento, lo que permite volver a una versión anterior en cualquier momento, así como comparar versiones.
Hay muchos casos en los que es necesaria la participación de varias "cabezas" en la confección de un documento, por ejemplo en la elaboración de "copy" para folletos, sitios y campañas publicitarias; en el manejo de boletines de prensa en coordinación con una empresa de relaciones públicas; en la elaboración de propuestas de negocios o contacto inicial con potenciales socios; descripciones de producto, manuales, noticias o memos internos, presentaciones y un largo etcétera.
Las herramientas
Wideword: El más sencillo de todos. No requiere contraseña. Genera una dirección única encriptada no accesible a los motores de búsqueda. Se invita a los colaboradores enviándoles un correo con la dirección de la página. No exporta ni importa, pero se puede copiar y pegar. Se puede añadir notas a los documentos. https://wideword.net/
Writeboard: No maneja botones para dar formato, sino que se hace a través de códigos sencillos. Fuera de esto, tiene un manejo excelente de versiones, y se puede usar en conjunto con una herramienta de gestión personal llamada Backpack. Puede exportar como texto o como mail. Tiene un sistema de comentarios. http://www.writeboard.com/
Zoho Writer: La interfase más elegante y sencilla. Muy intuitivo y completo, permite importar, exportar como Word, PDF, u OpenOffice, publicar en un blog, mandar por mail, colaborar y manejar versiones. No usa notas. http://www.zohowriter.com/
Rallypoint: El más robusto, sobre todo para organizar los documentos creados en directorios y administrar los privilegios de acceso con el mayor detalle. Exporta a Word, PDF y OpenOffice, permite comentarios, archivos adjuntos e insertar imágenes, Flash o multimedia. http://www.rallypointhq.com/
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